La manzana no empuja
7 de junio de 2020Lecturas totales 1,012 , Lecturas hoy 1
Masonería e Idiocia en la época del Covid.
Frank G. Rubio
Cada tumba antigua que se encuentra, se convierte en un fragmento de nuestro futuro. Un descubrimiento inesperado podría modificar nuestro destino aún incierto. Elías Canetti.
Los masones aducen como explicación a la restricción a “hablar de política” en las logias, uno de los pocos presupuestos de su actividad que hacen público explícitamente, que esta actividad divide. Curiosa manera de relacionarse con la democracia, sistema de gobierno que por lo demás retóricamente están siempre dispuestos a defender. Cierto que habitamos en una seudo democracia, el desastre que hoy vivimos y que está directamente relacionadocon procesos decisionales erróneos, que abarcan a muy pocos individuos, lo prueba. Como sabía ya también antes de ello, de la naturaleza potencialmente fallida y corrupta desde sus orígenes del régimen del 78, cualquiera con mínimos rudimentos de Historia, Filosofía, Derecho o sentido común. Tras años de contemplar nuestro armazón institucional y su funcionamiento es imposible llegar a otra conclusión. Nuestra degradación colectiva sin embargo no ha llegado aún al extremo de que personalidades tan despreciables como Zapatero, Rajoy o Pedro Sánchez emanen límpidamente de un sentir mayoritario general espontáneo. Ha hecho falta para ello una combinación intensa de intervenciones y manipulaciones, tanto de la opinión pública como de carácter jurídico y político sistemáticas. Llevamos viviendo en una cleptocracia décadas.
Han afirmado taxativamente los Hermanos que los artífices de la Constitución del 78 eran todos masones: “…y se elevaron hacia los grandes principios en los que es posible el consenso fraterno.” Ahí queda. Si lo hubieran dicho sus adversarios antes que ellos, aunque hubiera resultado cierto, pocos lo hubieran creído; habría sido cosa de “conspiranoicos” o antimasones. Resumiendo: los masones dentro de su “especulativo” ámbito de actuación se presentan ante la sociedad que los alberga, a la que pretenden recóndita o herméticamente modular (“Dau al Set”), como políticamente “idiotas”. Su retórica pomposa incita a pensar que lo sean además en un sentido distinto del postulado por los griegos con relación a la comunidad política.
En charlas esporádicas con distintos miembros la Orden me ha quedado claro, con escasas excepciones, que no hablaba con artistas, filósofos o miembros de la mayoría de las profesiones liberales (arquitectos, abogados o ingenieros), no digamos ya con ciudadanos del común; ninguna de estas buenas gentes rehuye el diálogo sincero sobre numerosas cuestiones. Tropezamos aquí con una de las posibles acepciones del secreto, no precisamente la más interesante, la que se relaciona con la exclusividad en su detentación al margen de su contenido. Esto impregna por lo demás los sacerdocios en decadencia, las burocracias, gran parte de la Medicina que hoy nos aflige y a los “boy scout”.
Las especulaciones masónicas, expuestas de modo privado en el marco de la práctica ceremonial, mas que con palabras, intuyo que pretendan ser un vehículo adecuado (“emic”) para influir en la sociedad con intenciones de alquimia social. Ya sea a través de procesos de resonancia que se articulan en torno a símbolos (no sólo visuales), con una indudable carga arquetipal sino también mediante la creación de una minoría especialmente dotada para entreverarse con las instituciones y potenciar o inhibir con sutileza jesuítica todo tipo de proyectos. Sospecho que eso es lo que denominan “iniciación”. Una variante pues de magia antrópica, como pueda serlo el marketing, muy apropiada para “las turbias intrigas”, utilizo palabras de Fulcanelli, “de sopladores con ínfulas demiúrgicas”.
En principio uno podría creer que esta discreción o silencio masónicos sobre cuestiones “políticas” o “de religión” sea producto de la natural y necesaria reserva que corresponde a los consagrados a “lo espiritual”. Con los curas y con los Hermanos hay que hacerse con los trebejos de su neolingua particular, y prevenirse de la profusa actitud proselitista que les acompaña (sobre todo a los primeros), para poder sacar algo en claro. Los curas sí están en política, políticas más bien: la suya, referida a su organización, y la general la que entendemos todos como tal y que no dudan de manera más o menos sibilina querer influir. Esa que divide a los Hermanos y ante la que arrugan estos la nariz, como si alguien hubiera declamado en su cercanía con los intestinos. El masón huele a incienso pero apela a referentes intelectualmente risibles, por lo abstracto y difuso, como puedan serlo: la Fraternidad Universal o la Humanidad. No podemos creerpor nuestra propia seguridadni a curas, ni a masones, ni a vendedores. Desconfíen siempre, aunque sea sólo por integridad intelectual, de gente que se llena la boca con palabras como “solidaridad universal”.
Recordemos, a propósito y cómo interludio, estas palabras de Ambrose Bierce sacadas de su Diccionario del Diablo:
“Masonería, s. Orden de ritual secreto, grotescas ceremonias y extravagantes ropas, a la que, tras su fundación por los artesanos de Londres bajo el reinado de Carlos II, han adherido los muertos de los pasados siglos, en incesante retroceso. Actualmente abarca todas las generaciones del hombre, de Adán acá, y está reclutando distinguidos adeptos entre los habitantes precreacionales del Caos y del Vacío Informe. La orden fue creada en diferentes épocas por Carlomagno, Julio César, Ciro, Salomón, Zoroastro, Confucio, Thotmés y Buda. Sus emblemas y símbolos se han encontrado en las catacumbas de París y Roma, en las piedras del Partenón y la Gran Muralla China, entre los templos de Karnak y Palmira, y en las pirámides egipcias. El descubridor fue siempre un masón.”
Pero continuemos: su negación de la política en la logia, fuera se le supone libre como un pájaro, implica para los espíritus avisados que está metido en ella hasta las cejas. Como el sacerdote católico,pertenece a un club presuntamente selecto donde se distingue claramente al “hermano” del “profano”. El funcionario de Roma, algunos dirían que de “la Prostituta”, hablade “pastores” y “fieles u ovejas”. En realidad anda silbando, como el del mandil, una melodía muy similar. Mucho menos interesante, como desafortunadamente se verá en breve por lo demás, que la del afilador de cuchillos y hachas.
No es raro pues quecon el paso de las generaciones y procediendo ambos, en sus fantasías genealógicas, del antiguo Egipto o del medioevo europeo occidental, acaben reencontrándose y colaborando en el siglo XXI; como exploradores británicos decimonónicos en el África negrapero con menos empaque porque la polilla ha corroído ya en ambas agrupacionesprácticamente todo el oropel. Si pensamos que los procesos de encanijamiento de las élites, no sólo occidentales, y de embrutecimiento generalizado de las poblaciones, definitorios en gran medida de nuestro actual estado de civilización, no afectan a las Iglesias o a las Masonerías estamos muy equivocados.
De manera sibilina encajo este texto sobre la propaganda, el modo con el que las minorías rectoras europeas occidentales, sagradas y profanas, llevan relacionándose, junto con la coerción y la injusticia, de manera general e imperiosa con el personal de servicio desde el siglo XVII. La Era de los Padrinos que sustituye a la Edad del Centro, tras un malogrado Renacimiento, y que aún no ha terminado.
Propaganda is not usually understood as a consensual, two-way, process of persuasion among equals. However, it also involves far more than lying. Rather, it is a complex and frequently subtle manipulative process in which a power centre of one sort or another leads an individual or a group of people to believe something, or, perhaps without believing, to act in a particular way, that goes against free will or genuinely informed consent. Propaganda techniques frequently involve linguistic and visual communication (e.g. advertising campaigns) that make emotional and/or rational appeals in order to manipulate beliefs and behaviour. Fears and desires may are typically exploited and, importantly, both incentives and threats can become part of propaganda campaigns. Meanwhile, forms of deception involving lying, omission, distortion and misdirection are also frequently found in propaganda campaigns.
Consenso entre los “consensuantes” y miedos, fantasmagorías y trolas mil para el “profano”. Eleusis para Nosotros, Mamá Automática para el resto…Hay que armarse pues con ironía, más que con paciencia, para escuchar sin lanzar una risotada pantagrüélica a curas y “hermanos”. Por ejemplo cuando el papa Francisco “abraza la Fraternidad Universal” y despierta la admiración de la Gran Logia de España. Francisco I, S.I., dixit:
“Anhelo que en esta época que nos toca vivir, reconociendo la dignidad de cada persona humana, podamos hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad, una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite”.
No hablaría de otra manera alguien que quisiera reinar desde una oscura fortaleza (C.S.Lewis) rodeado por una muralla de mentiras (Churchill) El mismo papa que ha dejado clara su simpatía por la China comunista, país que no duda en restringir todo tipo de libertades políticas, personales y religiosas, esas que “dividen”…que además construye campos de concentración para musulmanes, nos viene con estas milongas y recibe el aplauso alborozado de la Logia P-2; perdón: de la Gran Logia de España. Curiosa esta afinidad con el Gran Inquisidor de los Hermanos, que por otro lado apadrinan de manera solapada discursos inanes como el de ElenaPunset: “vamos a una forma de vida fluida, sin razas ni géneros”.
Ellos sabrán, Roma y Londres, a qué le tienen miedo.
Pero continuemos porque tienen miga estos muy ibéricos fraternales:
“La carta (seguimos con el papa) aborda el papel desintegrador del mundo digital, cuyo funcionamiento favorece los circuitos cerrados de personas que piensan del mismo modo y facilitan la difusión de noticias falsas que fomentan prejuicios y odios. “Conviene reconocer que los fanatismos que llevan a destruir a otros son protagonizados también por personas religiosas, sin excluir a los cristianos, que pueden formar parte de redes de violencia verbal a través de internet y de los diversos foros o espacios de intercambio digital”.
Hay que cuidar no lanzar una carcajada a destiempo cuando uno oye hablar a estos que quisieran verse libres de toda crítica. Y aunque es cierto que la mayor parte de los que profesan la fe del mandil, con danzarinas y graciosas evoluciones en el damero del Templo, son gente de una medianía palpable, juegan también un papel necesario en el despliegue de los acontecimientos de Fin de Ciclo. Aunque no el que ellos suponen. Tratemos de pasar ahora a un nivel un poco más elevado del que profesan estas gentes que se felicitan porque la Junta de Andalucía haya autorizado reuniones de más de seis personas (la Logia requiere Siete Hermanos para trabajar). Nunca personajes más provincianos recabaron los laureles del cosmopolitismo. Kali Yuga. Comencemos:
“Algo pasó en el Renacimiento con los procesos formativos o inspiradores que configuran lo imaginario”, cito directamente de un libro por publicar en el 2021 por Archivos Vola, obra del pintor CésarBarrio: Sólo aquello capaz de atravesar todas las puertas.
“Cuando Uccello es encontrado muerto: «En su mano convulsivamente cerrada tenía un pequeño redondel de pergamino cubierto de líneas de lazos que iban del centro a la circunferencia y que volvían de la circunferencia al centro.» Uccello cree haber dibujado el ojo de Dios, muere encontrando un punto de vista. Desde entonces la esencia de la obra de arte va a consistir en la creación de nuevos puntos de vista, puntos de vista inauditos.”
“El Centro estático antiguo se ha desplazado convirtiéndose en ojo. La “imagen del mundo” deviene una multiplicidad de puntos de vista. Un mundo basado en la esencia de la forma pasa a basarse en la fragmentación de la mirada”.
“En La perspectiva invertida Florenski se extiende en la explicación de cómo los egipcios si no usaban la perspectiva no era por desconocimientos geométricos, sino porque estaba muy alejada de su visión de la realidad. Vitruvio atribuye la invención de la perspectiva a Anaxágoras y Demócrito en el año 470 a.C. para aplicarla a la pintura de decorados teatrales, que consisten en reemplazar la realidad por apariencia. En cuanto a las exigencias de un arte vivo para un griego las reglas de la perspectiva eran superfluas, no podían ser símbolo de la verdad al producir un engaño, una ilusión. En palabras de Florenski:
«Supongamos que el espectador se encontraba encadenado a la butaca del teatro como el cautivo de la cueva platónica, imposibilitado para tener un acceso directo e inmediato a la realidad, como si una barrera de cristal le separara de la escena, existiendo sólo un ojo inmóvil y observante, incapaz por tanto de penetrar en la esencia misma de la vida y, lo que es más importante, con la voluntad paralizada, ya que en la esencia del teatro está la exigencia de mirar al escenario sin voluntad, como hacia algo que “no es verdad”, que “no es realidad”, hacia un engaño vacío.»
No puede exponerse de manera más clara, aunque por vía alegórica y referida a otro ámbito, la encanijada condición humana en la época del Covid. Millones de personas han visto sellados sus labios, como ocurre en numerosos países islámicos con las mujeres, con excusas capciosas que pretenden tener un sustrato “científico”. Especialmente en Celtiberia, en el umbral del Gran Reseteo que nos permitirá acceder a los ingentes beneficios verdes, inclusivos y sostenibles de la Cuarta Revolución Industrial. El dinero, en aluvión de billones, también para cuatro. Al fondo: el vendedor de software.
Releyendo FinisGloriaeMundi, texto atribuido a Fulcanelli, nos encontramos con referencias curiosas que se adelantaron mucho a nuestro tiempo.
“Por un lado se osa tocar el germen de la vida fabricando para propagar el terror, virus con efectos incurables para la Medicina ordinaria. Por otro lado se simula la inversión de los polos magnéticos o se efectúan distorsiones sobre el campo terrestre, para traer a las multitudes a estados de hipnosis, de disponibilidad mediúmnica o de furor ciego. O se ataca deliberadamente la regulación de climas y del tiempo. Se pervierte en fin la teurgia, y se invocan monstruos que ni los magos asirios más degenerados habrían osado sacar de sus abismos. Los atlantes míticos se arriesgaron a estas prácticas degradantes a plena luz; los sopladores de hoy, añaden a la perversión de las prácticas, la del secreto.”
Para culminar no dudo en afirmar que la Orden, al menos en sus más altos grados, está apoyando los actuales desarrollos distópicos y tecnocráticos que vehiculan realmente una alquimia invertida y que se manifiestan como un nuevo totalitarismo. como lo fueron el comunismo y el nazismo. No otra cosa es el IV Reich europeo que, como caricatura del Imperio Austrohúngaro, se está conformando a nuestro alrededor.
Volvemos para mejor terminar a Fulcanelli:
“Escapa a nuestro entendimiento la necesidad que consiste en implantar electrodos en el cerebro de animales y seres humanos para dirigir su comportamiento por medio de emisiones herzianas accediendo a tratar a los seres vivos a ejemplo del mineral.
¿Cómo han osado los médicos transgredir su juramento más solemne, hasta el punto de investigar armas de exterminio, y no los remedios para el sufrimiento humano?
Lo que comprobamos es una alquimia invertida que se acerca peligrosamente al irremediable pecado contra el espíritu, y los que justifican tales abominaciones, amontonan carbones encendidos sobre su cabeza. La presente pasividad traduce la impotencia de las gentes para deshacerse de un puñado de demiurgos dementes; si consiguieran de ellos más todavía, el asentimiento del corazón, entonces el planeta lo tendría listo; entonces sí que se abatiría el diluvio de fuego, o algún astro errante destruiría por colisión el nido de escorpiones en el que se habría convertido.”
Más claro, agua.
¿Está la Orden implicada a su “indirecta” manera en la Cuarta Revolución industrial y el reseteo que transmutará las democracias, con la excusa capciosa del Covid, en sistemas totalitarios similares al implantado en China por el comunismo?
Al Vaticano, al neoliberalismo de amigos, a comunistas, a verdes y a la socialdemocracia les mola el tema. Es decir: a las jibarizadas clases dirigentes que no abarcan ni al uno por ciento de la población y que carecen de la más mínima inteligencia digna de ese nombre.
¿Le resulta indiferente a la Orden que juegue a Amo del Mundo un acaudalado vendedor de humo que se va apoderando, día tras día, de las industrias farmacéuticas y propone como remedio a todas las enfermedades (no otra cosa haría un soplador) una reestructuración del código genético de las poblaciones mediante un medio aberrante e intrusivo camuflado como “vacuna”?
Ahí dejo el asunto, a la consideración del lector.
Es posible extraer del río la Piedra
A diferencia de esculpir la Historia.