EL ESTADO COMPUESTO Y LA NOVIA DE LOS ALACRANES
3 de agosto de 2024Lecturas totales 655 , Lecturas hoy 1
Frank G. Rubio
Un partido es una asociación voluntaria, y allá quien acepte sus normas: su vida interna es irrelevante para el ciudadano. Para poder tenerse por ciudadano, lo democrático debe ser, no el partido, sino el sistema político, y el español no lo es.
Ignacio Ruiz Quintano.
España o el 78 (Varios Autores; Editorial Manuscritos: colección Contragolpe), cuyo objetivo declarado es exponer una visión crítica de nuestra actualidad política, es una obra única en nuestro panorama editorial, conteniendo aportaciones muy variadas de siete autores destacados: Dalmacio Negro, Javier Torrox, Juan Manuel Blanco, Luís Riestra, Jorge Sánchez de Castro, Irene González e Ignacio Ruíz Quintano. El tema que recorre este volumen, excelentemente editado, felicitar como siempre por su profesional trabajo a Elena Diez, lo constituye el devenir político de nuestro país con relación al declive, cuando no la disolución expresamente buscada, de su Nación histórica. Lectura obligada dada la compleja y lamentable situación en la que nos encontramos como comunidad política.
Cuando caminando por el campo miras debajo de una piedra de tamaño manejable, asentada firmemente en el suelo, tras levantarla puedes acceder a extraños escenarios subterráneos vistos ahora a ras de tierra. Víboras, sapos, arañas, hormigueros, escolopendras…muchas veces alacranes. Criaturas de la oscuridad… Esa piedra es la Constitución del 78, más allá de su condición de documento jurídico, entendida como expresión de la voluntad de poder y los designios de un “establishment” concreto. Los alacranes serían los artífices del Consenso y en cuanto a “su madre”, su leitmotiv, la configuración en marcha de un poder globalizado, vía Union Europea en nuestro caso, articulado como Estado Mundial. Una visión, aviso, compartida desde hace más de 150 años por el Vaticano, organización internacional en la que la mayor parte de los que contribuyen a este volumen ponen unas esperanzas absolutamente infundadas. Como tantas otras cosas de nuestro mundo, producto sin duda de la auto-hipnosis.
Los enfoques son variados aunque no divergentes; cada autor expone lo que para él son las causas políticas de la actual decadencia, haciendo mayor o menor hincapié en diversas cuestiones anexas que permiten aclararnos sobre tan compleja cuestión, terminando con la exposición de propuestas (convergentes en general) para encontrar una posible solución.
Sin el entusiasmo, el trabajo y el saber acumulado durante muchos años de práctica periodística de Cristóbal Cobo, responsable del indispensable canal audiovisual Debates Abiertos, creado durante los confinamientos del 2020, o la obra insustituible de don Antonio García Trevijano (1927-2018), jurista destacado y observador político perspicaz, este libro no habría sido posible.
Como mi trabajo no es sustituir la lectura de estos textos, entre los que se encuentran dos entrevistas a don Antonio García Trevijano y 22 aportaciones de Ignacio Ruiz Quintano, me limitaré a tratar de introducir brevemente su temática.
1 Asistimos a la disolución de la nación más antigua de Europa. Como señala Stanley G. Payne: la situación política en España es desastrosa. La naturaleza patológica del sistema político instalado en nuestro país se manifestó claramente con la investidura de Pedro Sánchez y más tarde en la Ley de Amnistía. Hoy predominan las fuerzas centrífugas y desintegradoras, cosa fácil de comprender cuando el Parlamento, muy alejado de cualquier representación digna de ese nombre, se ha convertido en lugar de reunión de los comisionados de los partidos. Como señala lúcidamente Dalmacio Negro: el sistema establecido se hundiría sin la corrupción. Y es que nos encontramos con el Estado más corrupto, destructivo, estúpido y enemigo del pueblo y de la Nación de la Unión Europea.
2 La Transición ha sido mitificada pero desde el principio la Constitución de 1978, su obra culminante, manifestó graves errores de diseño. El pacto entre las élites franquistas y los recién llegados (socialistas, comunistas, nacionalistas), tuvo lugar en el marco de la “democracia limitada” impuesta por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, fundamentalmente los Estados Unidos. Ocurrió en el marco de la Guerra Fría, que es cuando se dio el proceso que nos ocupa, generando un entorno político configurado expresamente mediante leyes electorales destinadas a conseguir mayorías estables mediante listas cerradas. Circunstancia oligárquica expresamente buscada que favorecía concretamente en España los clientelismos y la expansión ilimitada de las competencias transferidas a las administraciones autonómicas. Todo ello conllevaba una profunda degradación de nuestro sistema político que carece desde sus inicios de libertad política y democracia propiamente dicha.
3 Prioridad de las relaciones informales y de los procedimientos oblicuos de gobierno indirecto. Regenerar un sistema político no es tan sencillo como promulgar nuevas leyes ya que en las ultimas décadas se han generado en España unos usos y costumbres nefastos. El “capitalismo de amigos” y el clientelismo han generado un nuevo y más intenso caciquismo. A lo que hay que añadir los mecanismos perversos de selección de los dirigentes, realizados a través de los partidos, que involucran cada vez más a individuos de nula o escasa formación.
4 Cada más o menos cien años, no sólo en España, se produce una crisis que pone en riesgo la propia existencia de la nación. Se suelen dar esos episodios entre los años 10 y 30 de cada siglo. Al menos así expone en su articulo Luís Riestra, con la aplicación al caso español de la Teoría Generacional contenida en el libro Generations: The History of America´s Future. 1584 to2069 de William Strauss y Neil Howe. Estamos viviendo en estos momentos un fin de ciclo que se complica con la materialización de un Nuevo Orden Global que se presenta mediáticamente como renacimiento o reinicio pero que no es otra cosa que la expresión, o prolongación, de una agonía. Especialmente inquietantes, para Europa y para España, resultan el auge del Islam y la bomba demográfica africana.
5 Con el actual sistema electoral, proporcional y de listas cerradas, es imposible la regeneración política. Al mismo tiempo, como señala Jorge Sánchez de Castro, con la Ley de Amnistía el gobierno ha puesto en marcha una “revolución legal”. Se esta produciendo una transformación, quizá irreversible, de la Nación histórica. El poder legislativo se apropia del poder constituyente. Jorge Sánchez propone consecuentemente, como objetivo a corto y medio plazo, plebiscitar la “revolución legal” de Sánchez y su oligarquía.
6 Hay un derribo programado de la Nación española, en función de los intereses de terceros. Irene González habla claro de ello en su contundente epílogo. Los enemigos internos, los independentistas, rechazan la nación española y proponen como panacea lo federal. España se está convirtiendo en un Estado fallido y moribundo. La configuración de una España federal asimétrica y la proscripción de la lengua común minan la identidad nacional. La Unión Europea ha decretado la guerra a las patrias, se busca la disolución de las naciones en un gobierno global. Un ensayo de todo este asunto lo ha puesto en práctica el Gobierno, con el apoyo de la oposición, durante la gestión de la reciente pandemia mediante el uso y abuso del Estado de Excepción.
7 Europa está inmersa en una crisis generalizada que desestabiliza el porvenir de las naciones que la integran. Tanto la libertad política como sus condicionantes prepolíticos: la propiedad y el derecho a la legitima defensa se encuentran en trance de desaparición. Javier Torrox hace hincapié en la conjunción entre el “trono y el altar” en la Roma de Numa Pompilio (Monarca: ¡atención!) pero sigue sin comprender que eso poco o nada tiene que ver con el devenir cuadrúpedo en el marco del mundo del Gran Reseteo. Que cuenta con un precedente directo, elogiado por la mayoría no solo católica, en las “reducciones jesuíticas” del siglo XVI/XVII.
La nación política española esta amenazada por su propio Estado. Tema complejo este, el de la imperfecta estatalidad de nuestro país, del que se ha ocupado con rigor Jerónimo Molina. Hoy el Estado no es otra cosa que un factotum que colabora a la organización del desgobierno para mejor beneficio de un mundo en construcción… del cual la Unión Europea, más aun que las Naciones Unidas, es modelo a imitar: el Cuarto Reich.
Para que no quepan dudas sobre mi posicionamiento, aunque lo exponga al final, recalcar que siento una profunda repugnancia por el término “repúblico”, casi tanta como la que me provocan: “empoderamiento”, “visibilización” o “resiliencia”. Retazos de neolingua estos últimos del globalismo actual. La misma opinión me merece la retórica eclesiástica católica, no solo la de ahora mismo, tanto cuando se dirige a los fieles como cuando debaten entre sí los clérigos. En ambos casos nos toman por idiotas o por niños quienes son poco más que sinvergüenzas o eunucos.
No solo no creo que el catolicismo español sea parte de la solución al problema de la recuperación de la Nación histórica sino que, aquí y ahora, desde hace mucho tiempo, es una de las causas que la minan más eficazmente desde dentro. El apoyo a la emigración masiva, por poner un ejemplo referido a una situación acuciante, no ha nacido con el papa Francisco. Quien ha hecho lo imposible por trastocar el supuesto modo católico de pensar y sentir, tanto en España como fuera de ella, ha sido la Iglesia misma. Operando con intensa eficiencia una transmutación generalizada y explícita, ya en los años 60 del pasado siglo, más allá del declive que desde la revolución francesa, el acomodo con Napoleón o la desaparición de los Estados Pontificios, marcara su tendencia en una Europa ya en proceso de descristianización desde el siglo XVIII.
Proponer el cristianismo como solución para un resurgir espiritual que favoreciera un proceso constituyente, un relanzar de la Nación española en el entorno europeo y mundial, con un muy posible enfrentamiento en el futuro con alguna rama de los primates de minarete, es como postular un menú obligatorio de insectos, mezclado con pasta de algarroba, para las siguientes tres generaciones. Y esperar que con ello se diera una mejora de la raza. Mejor seguir con el fútbol y el culto anexo a Cibeles. Precisamente, porque la regeneración espiritual es imprescindible, esta seria la peor de las dietas.
Pronto será la hora de los Emperadores militares, no de ensoñaciones opiáceas sobre posibles procesos constituyentes. Israel y el Tercer Templo marcan el rumbo…
Pues hoy he tenido una alucinación y he creído ver a Maduro en la cola de Iglesia…