TÚ QUE NO PUEDES. DE BURROS, CORDEROS Y JAPONESES.

TÚ QUE NO PUEDES. DE BURROS, CORDEROS Y JAPONESES.

29 de junio de 2024 2 Por Ángulo_muerto
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Daniel Aguilar.

Tú que no puedes, llévame a cuestas”, decía un antiguo refrán español trasladado a imágenes por Goya en uno de sus Caprichos con dos aldeanos llevando a lomos sendos asnos. Fijándose bien, se aprecia que el pollino de la izquierda lleva unas espuelas para azuzar al hombre y, con un poco de mala intención, se diría que el animal de la derecha está enculando a su supuesto dueño. Al parecer, representa la opresión de la clase política parasitaria hacia el pueblo llano, o sea una carga para aquellos a los que en teoría deberían servir. “El japonés es un pueblo sumiso” reza uno de los muchos lugares comunes de Occidente acerca de la tierra del Sol Naciente, tan inexacto como los demás.

Sin embargo, el pasado 31 de mayo asistí a una manifestación en Tokio, concretamente en el parque Hibiya y aledaños, que convocó durante varias horas a unas 20.000 personas (algún organizador llegó a hablar de 50.000, pero ya se sabe cómo son estas cosas), todo ello en un día laborable y en un país donde es rarísimo este tipo de actividades. Huelga decir que los medios locales, que informan sobradamente cuando un par de centenares de extranjeros protestan contra la “discriminación” que sufren, o mil personas se reunen para pedir “derechos” de la esfera LGTBI, en esta ocasión no dijeron ni media palabra.

Pues bien, ¿quién organizaba esta manifestación multitudinaria pero silenciada? ¿Cuál era el objeto de esta manifestación? Desde que empezó la farsa a escala planetaria de la “plandemia”, en Japón hubo una serie de figuras que destacaron en la lucha por desmontar toda la sarta de mentiras que se han ido reconociendo poco a poco. Es decir, avisando de la escasa efectividad de las mascarillas (salvo como herramientas para extender el pánico), del origen artificial del “bicho” (coproducción chino-norteamericana, con la colaboración de Pfizer), efectos nocivos del pinchazo “voluntario”, etcétera. De hecho, Japón fue uno de los países más tardíos a la hora de tomar medidas y de los menos estrictos en aplicarlas, hasta que la presión de las oligarquías forzó al después asesinado Primer Ministro Abe a “ponerse las pilas”. Porque sabía, claro, que todo era una farsa. Retomando el tema, entre las personas que tomaron el liderazgo por descubrir a los japoneses está farsa mundial están el doctor Masayasu Inoue, autor de libros como Mask wo suteyo, machi he deyou (Tiremos la mascarilla y salgamos a la calle), -publicado en pleno “fregao”-, y Manabu Matsuda, líder de un partido político nuevo, Sanseito, que, a pesar de su breve andadura, ha obtenido éxitos palpables (1 diputado en las Cortes Generales, 5 en los parlamentos prefecturales, 13 en el de Tokio y 95 concejales en todo el país). Es el único partido anti-globalización de todo el Japón. Aparte de Inoue y Matsuda, en la organización de esta manifestación participó también la Asociación de Víctimas de la Vacuna Covid, el Movimiento Nacional para protegernos frente a la OMS, o personalidades independientes de la política, como el exministro Kazuhiro Haraguchi o la escritora Keiko Kawazoe.

Japón ya reconoce 435 muertes a causa de tan maravilloso remedio, pero se calcula que la cifra real es entre cinco y diez veces superior (sin ir más lejos, yo conozco cuatro casos). La respuesta habitual del Ministerio de Salud japonés es que “no hay información suficiente sobre el caso”. La manifestación del Parque Hibiya a la que aludo tenía dos objetivos principales: 1) Oponerse a que Japón firmase el llamado “Tratado de Pandemias”, que cedería la soberanía a la OMS en caso de futuras pandemias, y pedir por tanto la salida de Japón de la OMS; 2) Oponerse al nuevo mejunje que bajo el engañoso nombre de “vacuna” ya se está fabricando y al que se calificó de “tercera bomba nuclear sobre Japón”. Y como corolario de todo, claro, pedir la dimisión del Primer Ministro Kishida, quizá el más servil hacia el globalismo de toda la Historia del Japón (que ya es decir).

Llegados aquí, comprenderemos el silencio de los medios de comunicación sobre esta manifestación que reunió a un número inédito de asistentes, decenas de miles, en la capital de tan “sumiso” país. Esta manifestación, por cierto, fue la segunda, puesto que unos meses antes en el barrio de Ikebukuro tuvo lugar otra, aunque con la mitad de asistencia. Yo llegué una hora antes, pero el lugar donde se celebraba el mitin previo (con capacidad para 2.000 personas) ya estaba lleno. El resto tuvimos que escuchar desde fuera. ¿Cuántos hubiera reunido en Madrid o Barcelona? Quizá mil. ¿Cuántos representantes tiene en España un partido como el Sanseito? Cero (y por favor, que nadie me ponga como ejemplo el tercer partido de España). En los meses donde más arreciaba la presión de los “tragacionistas”, ví tanto en Tokio como en Kyoto mesas informativas de voluntarios a cara descubierta destapando todas las falsedades vertidas por los medios de “comunicación”. ¿Cuántas hubo en España? Así que, por favor, dejemos ya el estereotipo del oriental sumiso, porque para sumiso el europeo actual (sobre todo el español, que traga con todo). Dejo un enlace como referencia.

https://www.youtube.com/watch?v=HMAyd6wV3wk

3356581 GOYA: DONKEYS, 1799 ‘Tu que no puedes’ (‘You Who Cannot’). Etching and burnished aquatint from ‘Los Capricios,’ by Francisco Jose de Goya y Lucientes, 1799.; (add.info.: GOYA: DONKEYS, 1799 ‘Tu que no puedes’ (‘You Who Cannot’). Etching and burnished aquatint from ‘Los Capricios,’ by Francisco Jose de Goya y Lucientes, 1799.); Granger.