LITERATURA INTRAVENOSA

LITERATURA INTRAVENOSA

21 de octubre de 2023 0 Por Ángulo_muerto
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Frank G. Rubio

Todos los escritores de fantasía que conozco saben la manera de tratar sus propios temores y fobias. Un escritor se pasa la vida siendo su propio psiquiatra.

Charles Beaumont.

Charles Leroy Nutt (1929-1967) que cambió su nombre a Charles Beaumont, nació en Chicago y en el curso de su breve vida produjo una de las cosechas más interesantes de relatos fantásticos de su tiempo. Muchos de ellos se convirtieron en guiones, tanto para cine como para televisión. Su obra, que podemos integrar en lo que ha dado en calificarse “ficción especulativa”, adquiere en muchas de sus narraciones una fuerte inclinación hacia lo terrorífico o lo macabro. No resulta inexacto señalar que está a la altura de Roald Dahl (1916-1990) o John Collier (1901-1980).

Su tiempo fue el de Richard Matheson, Ray Bradbury (1920-2012), Robert Bloch, Shirley Jackson, Jerry Sohl o Philip K. Dick entre otros; escritores que desplegaron sus poderes imaginativos durante de los años 50 y 60 en el ámbito de la cultura popular americana. Beaumont es autor del primer relato publicado en Playboy, donde colaboró en numerosas ocasiones, Black Country (1954)

Ha sido un auténtico acierto editorial, por parte de El Paseo, ofrecernos esta antología de relatos, la primera publicada en español del autor. La edición es atractiva desde el punto de vista visual, conteniendo un prologo de Ray Bradbury y un epilogo de William Shatner, actor principal en un film excelente de Roger Corman sobre el racismo y la integración en el Sur; guionizado por el mismo Beaumont toma como base una de sus novelas y aparece en el film como actor. Nos referimos a El intruso (The Intruder, 1962) protagonizado por quien acabaría convirtiéndose en el Capitán Kirk. Los relatos, una selección realizada para una publicación de Penguin Classics (2015), están cuidadosamente traducidos y anotados por Óscar Mariscal.

La obra de Beaumont se distribuye entre las publicaciones periódicas de aquellos años y los guiones; es una época especialmente creativa para el cine de serie B y la televisión norteamericana. Su obra, residenciada principalmente en la fantasía macabra, aunque como podrá comprobar el lector de esta antología no escatima incursiones a la ciencia-ficción o la sátira, está enraizada en los mitos y costumbres de la América de su tiempo. Especialmente interesantes son las aportaciones que dieron lugar a varios episodios de la serie The Twiligth Zone. En concreto aquella etapa encantadora en blanco y negro de difícil superación, caracterizada por un notable componente feérico, con la que nos regaló Rod Serling (1924-1975) entre 1959 y1964 (CBS TV series)

Pocos episodios de esta serie me han parecido más inquietantes que El hombre que aullaba (The Howling Man, 1960) desarrollado en Europa central durante el periodo de entreguerras y con la presencia estelar de John Carradine (1906-1988) Un viajero que ha extraviado su camino durante una tormenta acaba llegando a un monasterio donde tienen preso al mismísimo Diablo…Este relato es uno de los cinco que inspiraron episodios de la serie de Rod Serling que el lector podrá encontrar en esta antología. El primer relato de la antología que da titulo a la misma es también la primera colaboración de Beaumont en de The Twiligth Zone (Temporada 1, episodio 9)

Yo destacaría, ademas de Suena el clarín y “Nigth ride”, auténticos “tour de force” dedicados a los toros y al jazz respectivamente, Los nuevos vecinos, más que digno precedente de La semilla del diablo de Ira Levin (1929-2007) Padre, querido padre, un inquietante relato de viaje en el tiempo consagrado a la perpetración de un parricidio o La selva, una aterradora fantasía donde se entremezclan la magia ancestral y el más descarnado futurismo, nos muestran las extraordinarias habilidades imaginativas y narrativas del autor. No hay relato que no constituya una auténtica carga de profundidad contra las realidades asumidas como aceptables y normativas, desde un plano donde la fantasía, la sátira, la nostalgia y algo muy especial, vinculado al humor negro, que solo concernía a Beaumont. En todos sus relatos hay algo descarnadamente subversivo.

Cuánto mejor le hubiera ido a Norteamérica si Beaumont o Rod Serling hubieran ocupado el lugar que en la critica de la vida cotidiana y los mores acabaría colonizando gente como Marcuse (1898-1979) Beaumont murió a los 38 años de edad de una rara enfermedad. algo así como un envejecimiento acelerado que llevaba aparejado un intenso deterioro cognitivo. Ya en su infancia había dado muestras de una salud frágil. Algunos de sus últimos guiones los acabaron corrigendo o completando alguno de sus amigos escritores para que no perdiera su trabajo.

En marzo del 2010 se proyectó en el Egyptian Theatre de Hollywood el film: Charles Beaumont: The Short Life of Twiligth Zone´s Magic Man. Una película documental de Jason V. Brock. En el film están contenidas entrevistas a Roger Corman, William Shatner, Richard Matheson, Harlan Ellison, a quien el corrector ha transformado en Arlan Lisonjea, o William F. Nolan entre otros.

Se preguntará el lector de donde he sacado el titulo: ¿de mi propia e idiosincrásica imaginación? No. Lo he tomado prestado, contra su voluntad expresa, a Lorenzo Luengo. Podéis terminar mi reseña comenzando a leer la suya cuando sea publicada, en un par de semanas quizá antes en El periódico de España.