KRIK KRIK

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18 de julio de 2023 3 Por Ángulo_muerto
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Come sin miedo…

…llegaban por centenares

pero no por nacimiento…

R.A. Lafferty

 

Frank G. Rubio

El futuro ha comenzado y era ESTO: un “totum revolutum” de fragmentos, restos de serie y los peores vestigios, cuidadosamente modificados por los moduladores de opinión y de aura, de distintas capas de pasado. “Reseteo”, “realidad aumentada” y “resiliencia” son conceptos supuestamente aclaratorios emitidos desde el Nuevo Centro. A Brave New World para los que leen. El mundo de los ciegos del que hablaba Ernesto Sábato ha saltado a escena, durará poco y terminará mal, entretanto: “por sus obras los conoceréis”.

Pero en esta breve pieza vamos a centrarnos en semblanzas fenoménicas muy básicas, que sin duda nos afectan directamente por estar relacionadas con nuestros cuerpos y su creciente sujeción a la lógica cientifista. Esto, que incluye tanto los sistemas socialistas como los capitalistas, durante el COVID lo hemos vivido de primera mano; bendecido todo, casi de manera unánime, por los representantes de las religiosidades convencionales, la sociedad civil y los gestores políticos del desorden que se impone a todos (y sobre todo) desde los años setenta. La diferencia entre “democracias” y “autocracias” es mínima con relación a la cuestión; el formato totalitario envuelve ya toda la Tierra.

Desde el año 2016, seguramente antes pero mi breve exploración sólo ha llegado a esta fecha, se nos bombardea con el “leit motiv” de un superalimento del cual podrá disponer pronto una “humanidad” que alcanza aquí y ahora presuntamente la cifra de ocho mil millones. Cuando yo era un niño los libros de texto escolares sobre Biología hablaban de una alimentación a base de píldoras… y del gran potencial de las algas o el plancton para cumplir con una demanda creciente, que ya se percibía como “planetaria”. La animalización del humano entraba en una nueva fase; el horizonte bestialista, dispuesto a hacer todo lo posible por hacer retornar al “estado de naturaleza” a las colectividades, consideradas ya como poblaciones, daba un nuevo paso adelante. Ni Darwin (1809-1882), ni Mendel (1822-1884) son accidentales; nada en la Historia humana lo es. Bienvenidos a la fase de la Granja: la Nueva Atlantis

Hablamos hoy de la “leche de cucaracha”. No es fácil ordeñar cucarachas, la mayor parte de las cuales resultan estar en mayor o menor grado envenenadas por nuestros insecticidas; nos encontramos con algo más sutil, sublime incluso, para los que se excitan ante retos tan nobles como pueda ser “alimentar una población creciente” y consecuentemente buscar “derrumbar aprensiones”. Mil cucarachas producirían 100 gramos de esa proteína mágica, cuatro veces más potente y por ello “más adecuada” para nuestra alimentación que la leche de vaca. El superalimento del futuro llegaría a nosotros vía probeta e impresora 3D; sería una “leche de cucaracha sintética”.

¿Recuerdan la película Soylent Green de 1973? Seguramente no.

¿No se han dado cuenta aun que viven en una granja y que la sanidad pública, entre otras instituciones, es en gran medida responsable de su funcionamiento? ¿Acaso las “reducciones” de los jesuitas, o los campos de concentración que inician su andadura a finales del siglo XIX y se desarrollan durante el XX, no son preliminares a los confinamientos sanitarios… pronto climáticos? Ahí lo dejo para que, como mínimo, algunos se inquieten un poquito. Entre la gente más estúpida, obtusa y ciega que he conocido se encuentran los afines a la “ciencia y sus conquistas”.

Las consecuencias del furor por lo natural y lo orgánico de las clases medias altas occidentales, que curiosamente se correlaciona con la pasión, más que pasión: única solución, por la “fast food” del personal de servicio, al que se quiere completamente acogotado y encerrado en las arcologías futuras, han traído al escenario, tanto por motivos económicos mercantiles como por “necesidades ineludibles de progreso y supervivencia”, este nuevo tipo de alimentación. Que se impondrá “manu militari”, salvo que acabemos con quienes nos gobiernan por los métodos más básicos. El hacha funciona.

Los esbirros mediáticos (periodistas, politólogos, profesores y expertos) al filo de lo que hablamos dicen cosas como esta: lo que necesitamos para asegurar el futuro son soluciones sociales. El mismo personaje señala, sin ruborizarse un ápice: Y aquí hay uno dispuesto a probar el Soylent, la proteína de cucaracha o cualquier otra innovación que ayude a que en este mundo no sobre nadie. El “soylent”, aclaro para los jóvenes y los olvidadizos, contiene fundamentalmente proteína procedente de cadáveres humanos y es una ficción literario-fílmica. Ya tenemos un helado, elaborado y comercializado en Sudáfrica, hecho con leche de insecto: EntoMilk.

 

Un experto español vinculado a la Universidad Politécnica de Valencia recalca que la ingesta de insectos o de materiales elaborados con cuajo de cucaracha es “una cuestión cultural, no nutricional, ni de seguridad alimentaria”. A buen entendedor, que ha de dar por supuesta la imbecilidad inerradicable del experto patrio, no le cabe duda lo que este afirma entre líneas.

Pasando a otro tema, relacionado con la Granja en la que mal vivimos y en cuya franquicia española pronto se realizarán “elecciones generales”, comienza a salir a la luz que no fueron los murciélagos, devorados aviesamente en sopas exquisitas por los nuevos coolies, la causa inmediata de la ultima plandemia. Cierto que los filósofos, algunos filósofos, lo asumieron como real pero estamos ante uno de los grupos más estúpidos de la Academia occidental y no hay que tomar nada de lo que digan demasiado en serio. Ya es evidente, o al menos eso nos cuentan, que el coronavirus salió de un laboratorio donde estaba siendo modificado, mediante técnicas de “ganancia de función” con fines sin duda filantrópicos. No insistiré más en este tema, hablo de ello en mi nuevo libro: Pensamiento envenenado (Editorial Manuscritos, 2023). Señalar sin embargo que incluso más allá de esto y siendo bastante consecuentes ha aparecido posteriormente información, originada en un científico disidente chino (Chao Sam) que trabajó en Wuhan. En ella se asevera que nos encontramos ante un arma biológica que fue dispersada entre los atletas de diversas naciones durante unos juegos militares internacionales desarrollados durante el año 2019 en Wuhan. Los comunistas chinos adujeron que fueron los norteamericanos los que hicieron esto, cuando comenzó a salir a la luz que la sopa de murciélago no era convincente a pesar de los esfuerzos de la maquinaria mediática (en gran medida occidental) por tratar de apuntalar esta versión. Las cosas ahora encajan mejor. Arma biológica, fabricada “fifty fifty” entre los comunistas chinos y sectores poderosos anglo-norteamericanos; todo ello con el visto bueno del WEF y la UE, con finalidades de despoblación y de reestructuración política planetaria. En el umbral del “gran reseteo”.

En España los atletas militares españoles no fueron sometidos a análisis alguno tras su estancia en China, ni siguiera cuando comenzó a circular la versión comunista sobre los supuestos orígenes norteamericanos del asunto. Eso sí en una revista militar española se tachaba de conspiranoico, desde los primeros momentos, al que dudase de la versión zoonótica.

Nuestro Presidente es un importante activo del consorcio chino-norteamericano, dedicado en cuerpo y alma a destruir economías y suprimir a millones de personas; no es sólo un muñeco teledirigido desde el Ateneo, Soros o PRISA. Nos gobierna a primera vista un narcisista miserable, con el que compite en las elecciones otro merluzo, sólo tangencialmente menos lesivo. La visita reciente a España de engendros como Hilary Clinton u Obama va en esta dirección, así como las acusaciones de “trumpismo” a todo el que se mueva en la foto. Estamos ya, para nuestra desgracia, en el centro del ciclón…Cerca de diez millones de personas han muerto victimas, no sólo del escape vírico del laboratorio, quizá un arma biológica en acción, sino por los efectos de las seudovacunas.

Por ello no podemos terminar estas semblanzas sin un tercer elemento que nos dará una visión verosímil de un cuadro inquietante: el incremento espectacular de determinadas patologías relacionadas, no con el cambio climático ni con el COVID, ya prácticamente desaparecido, sino con las vacunas “eficaces y seguras” con las que se ha atiborrado a gran parte de la población. Ahora ya se hacen autopsias pero se silencian los resultados. Casi tres cuartas partes de las muertes actuales vienen de las vacunas. Cánceres, miocarditis, abortos, todo tipo de tumores etc. Lo normal cuando se ha ido directamente a por el sistema inmunitario.

¿Y sí nuestro Presidente, el hombre que nos impele “adelante”, avalado por una sociedad civil compuesta mayoritariamente por patanes y traidores, no es otra cosa que un “candidato manchú” colaborador en un genocidio? Pero entonces incluso Zapatero podría ser un avatar provisional de Nyarlathotep…

https://twitter.com/JorgeBustos1/status/1681019242647285766?s=20