Anarquismo y espiritismo

Anarquismo y espiritismo

7 de junio de 2019 0 Por Ángulo_muerto
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Julia Outón (Balailo)

 

Existe una tristeza que invalida y anula a los espíritus encarnados quienes tienen los más nobles ideales; es esa misma tristeza, la cual primero obsesiona y luego subyuga a aquellos que llevan un mundo nuevo en sus corazones, hundiéndoles en la desesperación y en el desaliento. Ese mundo nuevo pertenece a la vida futura terrenal pero sobre todo, a la vida incorpórea, de hecho, esa misma tristeza proviene de la nostalgia de saber, conocer, que existe una vida en libertad. Es la tristeza de quienes ven las estrellas resplandecientes del amanecer y son limpias ante sus ojos pero también perciben cómo otros, son incapaces de percibirlas al encontrarse cegados por la alienación y ésto, les aboca a un sentimiento de absoluta impotencia y frustración.

 

Para entender el paganismo anarquista o el anarquismo espiritista dentro del Estado Español, hay que partir de las raíces, de la Historia. Para entender el paganismo anarquista o el anarquismo espiritista en el Estado Español hay que ir a su encuentro, no imponerlo; hay que examinarlo, razonarlo, comprenderlo para no caer en el fanatismo y la autodestrucción. Marx y Engels partían del sustrato de la literatura gótica de su época, por ello concibieron el Capital como un vampiro; Durruti fue claro y conciso, no juzgó a sus compañeros por votar, simplemente esperaba que siguiesen igual de revolucionarios en su forma de vida y cotidianidad; Bakunin fue un masón iniciado a través Rito Escocés –que no el simbólico ateo Francés-; cuando dijo “Si Dios existiera habría que abolirlo” o “Hago un llamamiento a la destrucción de Dios” se refería al Dios de la Iglesia jerárquica, doctrinal, pedófila, a la Iglesia inmersa en la economía del beneficio y lucro, en la Iglesia en definitiva, desviada en el camino del Vampiro. Desde luego que no se refería al Di-s que somos cada uno de nosotros a través de nuestro espíritu, por supuesto que no se refería al Di-s que reafirma su presencia a través de los animales no humanos, los árboles, la naturaleza y el más hermoso atardecer en las montañas. Una vez comprobado que la burguesía masónica a través de la segunda Revolución Liberal, ni quería libertad ni igualdad para todos los encarnados, solo abolir una parte del Antiguo Régimen; que no le interesaba abolir al Estado sino, servir y rendir culto al mismo Vampiro solo que de diferente manera, renegó de ella. Mas, hay que recordar que existen dos tipos de masonería, aquella que construye: la que sabe qué medida de cemento, arena y agua hay que utilizar; o aquella que destruye: la que ni siquiera ha cogido una paleta en su decrépita existencia.

 

 

La relación entre clase trabajadora y espiritismo, son indisolubles por el mero motivo de ser ésta quien trabaja la Tierra y entierra a sus muertos de manera más dramática debido a la tasa de mortalidad ante las condiciones de vida precarias. No hay peor desencarnación que la de una muerte violenta, ya sea a través de un asesinato, un accidente, un infarto o un suicidio; el espíritu tarda en comprender qué ha sucedido, está enshockado, aún se encuentra engarzado a la materia de alguna manera ya que necesita satisfacer el hábito sus deseos más mundanos, deseos que en verdad, ya no necesita satisfacer. Son éstos los espíritus más fáciles de contactar en la sesiones mediúmnicas y los que necesitan auténtica asistencia, ya sea para desengancharse de la materia, ya sea como compañeros sindicales. Ahora bien, como bien apuntó Erwin Rodhe en Psyche, en la Antigua Grecia, con el nacimiento de las sectas mistéricas y sus ritos iniciáticos, la percepción de la vida en el más allá se transformó a merced de la aristocracia y mercaderes en detrimento de los campesinos, mujeres, extranjeros y esclavos. Es en efecto, según fueron variando las formas de dar sepelio cuando vemos la diferencia en el culto a los muertos ya que, no fue lo mismo enterrar el difunto en el hogar familiar que fuera de las murallas de las ciudades –entrada y salida- y, en consecuencia, también cambiaron las formas de lectura oracular.

Porque los oráculos siempre han ido de la mano de los muertos y de las mujeres que los asisten.

 

Algunos apuntes:

*El espíritu no entiende de género, ni clase, ni raza, ni color, ni idioma, ni religión, ni especie: el dolor que asola nuestra contemporaneidad histórica responde a la dimensión del daño, del sadismo, de la crueldad propia de la carestía de moral, empatía y sensibilidad. El espíritu no entiende de países ni fronteras y en caso de tener necesidad de hacerlo reconocerá que su única patria en esta encarnación, es la Tierra.

*Un sentimiento de solidaridad debe en la mayoría del tiempo acompañarnos: debemos cuidarnos, trabajarnos internamente para que en la medida de lo posible, ni nuestra mente ni nuestras emociones se abstraigan en el odio, la envidia, el rencor o en la venganza. Solo de esta manera conseguiremos atraer la protección de los espíritus afines encarnados y desencarnados y crear una realidad propia en base a la solidaridad y apoyo mutuo.

*A consecuencia de no “hacernos a nosotros mismos” y distanciarnos de la cotidianidad pocos proyectos -en principio, solidarios- materializan la finalidad de nuestros más elevados ideales debido a malos entendidos, conflictos y sufrimiento innecesario.

*A su vez, tampoco ven resultado digno aquellos quienes eligen una encarnación individualista, centrada de manera exclusiva en el ascetismo, la abstinencia y negación de placeres materiales pues, a pesar del amplio desarrollo de la virtud, su espíritu se ensombrece en la tristeza del egoísmo al no compartir con sus afines retrasando su aprendizaje.

*El efecto de la agrupación no depende del número de personas, sino del sentimiento de apoyo mutuo sincero que une a sus componentes hacia la meta de alcanzar la materialización de la Justicia Social.

*No es lo mismo la Justicia Incorpórea que la Justicia Humana, que la Justicia Social. La Justicia Incorpórea es objetiva, imparcial, neutral y equilibrada por lo tanto, es de entender que una diligencia perfecta no corresponde a los espíritus encarnados debido a la tosquedad, deformidad y vulgaridad de la materia por ello, la Justicia Humana siempre será injusta ante los ojos de los espíritus encarnados y desencarnados conscientes del tormento y de la dimensión del daño. Trabajemos entonces, por la Justicia Social, en base a la solidaridad y el apoyo mutuo para aproximar a la Tierra hacia la templanza.

*Trabajemos sobre todo, por y para los espíritus encarnados huérfanos, los enfermos y por aquellos que se encuentran secuestrados en los centros de exterminio en su más amplio espectro: porque no hay labor más noble que aquella que atiende a la asistencia recíproca entre aquellos que padecen la tortura y los malos tratos, el rechazo y el desequilibrio emocional como consecuencia de las vulgares pruebas que nos somete la materia.

*La moral y la creatividad, las actitudes y aptitudes, el conocimiento y sabiduría adquirida en esta o en otra encarnación es la auténtica propiedad privada de la que nada ni nadie podrá jamás despojarnos. Perseveremos en éstas para desafiar al encantamiento de la materia.

* Autodefensa no es igual que venganza. Conociendo la esencia putrefacta y vampírica neoliberal, lo conveniente en estos tiempos es evitar visibilizarla a través de nuestra rabia y resentimiento. La Justicia Social se materializará deseando y trabajando por y para el equilibrio, la armonía y fortaleza, en aquellos espíritus encarnados y desencarnados de nuestro entorno más inmediato que percibimos doloridos, condicionados, alienados y precisan de ayuda sincera.

*La visibilización en cualquier caso, tendrá lugar de manera honesta, creativa y ejerciendo voluntad absoluta sobre nuestros instintos e inclinaciones más viscerales pues, de realizar lo contrario, estaremos alimentando al vampiro del cual se satisface del dolor y la furia perpetua.

*Debido a lo grotesco de la materia, ningún espíritu encarnado está exento de tener inclinaciones egoístas, antipáticas y aborrecedoras. Cuestionar siempre vuestra apariencia.

*Observemos el encantamiento de la materia: el fuerte es el espíritu superviviente a la guerra, la violación, la enfermedad, la migración, la explotación, la tortura y malos tratos esto es, el espíritu dotado de capacidad de resilencia y resistencia ante la (in)Justicia Humana/material. No nos sintamos ni víctimas ni débiles, al contrario, sintamos esperanza y no dudemos en enaltecernos para no caer en el encantamiento de la materia.

*Demos luz en los barrios más ricos para que aquellos que se encuentren abstraídos en el encantamiento, comprendan, que no hay voluntad más noble que la de aquel a quien ha

sido la abundancia material otorgada que practicar la distribución de lo que un día fue robado.

*Demos luz en los barrios más pobres para que aquellos que se encuentren afligidos en el encantamiento, comprendan, que no hay voluntad más noble que la de aquel a quien ha sido la solidaridad otorgada entre sus iguales y así practicar la retribución justa de lo que un día les robaron.

*Demos luz al norte de nuestros hogares bendiciendo nuestras aguas. Y aprendamos a fluidificarlas.

*Demos luz a nuestros alimentos por el esfuerzo de la Tierra y del trabajo de los espíritus encarnados para que lleguen a nuestras mesas.

 

Corra el juicio como las aguas y la justicia como impetuoso arroyo

Julia Outón (Balailo)

El problema de Occidente es que jamás fue lo mismo una Tierra fértil consagrada al cultivo del cereal que una Tierra plagada de solemnidad ante los frondosos bosques; de ahí la a Maternidad ctónica o la Maternidad Acuática-Lunar; de ahí los ritos y cultos agrarios de fertilidad o los ritos y cultos de renovación vegetal. La Emperatriz y La Suma Sacerdotisa, extroversión e introversión. Los predicadores cristianos de los siglos V-VIII dieron cuenta de ello: no podían convertir bajo la promesa del aceite, el pan, el vino, de ser una “cultura superior” y el dogma de la Trinidad a los pueblos bárbaros quienes, honraban sus raíces, su pasado y veneraban el ritmo cíclico de la Naturaleza. De ahí el sincretismo, de ahí el folklore cristiano desarrollándose en territorios y culturas absolutamente diferentes: Germania, Gran Bretaña, Francia por un lado, Italia, España y sur de Francia por otro que llevaría, siglos más adelante a la inevitable Reforma Protestante. 

Cuando Bonifacio cortó el roble sagrado de Geismar, cuando Carlo Magno quemó el Santuario de Irminsul, cuando ardieron los bosques sagrados que circundaban al Mar Caspio vemos por ejemplo, a día de hoy la masacre del Bosque Hambach a manos de la multinacional RWE, los incendios del Amazonas, Gran Canaria, África etc. Estamos en Guerra, estamos en una Batalla Espiritual y es necesario que el anarquismo actual entienda y acepte el espíritu. No podemos seguir negándonos por la Historia borrada. Siempre hemos resistido, siempre hemos estado ahí. En las Revueltas campesinas en la Galia e Hispania durante el Bajo Imperio Romano; en las Revueltas rurales y anticlericales de la Europa Medieval en

Lombardía, Castilla y Languedoc, en las Guerras Remensas; en la Revuelta de Münster etc. Porque siempre hemos sabido que todos los espíritus encarnados y desencarnados somos exactamente iguales; que los títulos y las jerarquías corresponden a la dimensión corpórea, que todos somos iguales ante la muerte y que lo único que cuenta es la solidaridad y el apoyo que nos damos los unos ante los otros. No podemos seguir negándonos por la Historia borrada. Hay que aceptar que creemos en la vida después de la muerte y luchamos, precisamente, para que el encantamiento de la materia se diluya en el agua que calma la sed de los muertos y construir en base al barro. ¿Es una barbaridad esto? ¿De verdad? No hace falta más que recurrir a que en nuestros ateneos se hacían sesiones de espiritismo: todos nuestros trabajos fueron quemados; no hace falta más que recurrir a nuestros himnos plagados por el culto a la Muerte en nuestra época.

Entender quien quiera o pueda, quien no haya practicado magia que A Las Barricadas, es un cántico al astral, al estado primigenio que se encuentra un espíritu recién desencarnado. Entender quien quiera o pueda, que el contraataque fue el Novio de la Muerte y se apoyó en los ritos de autolesión de la Semana Santa que alimenta a los desencarnados más embravecidos. Entender quien quiera o pueda que la CNT se fundó un 2 de noviembre con el espiritismo occidental detrás. Entender quien quiera o pueda que la Falange se fundó un 29 de Octubre con la magia islam detrás. Cuando el vídeo “No se os puede dejar solos” –Señora franquista exaltada- a día de hoy, puede resultarnos como mínimo humorístico: pero nada más cerca de la realidad. El fanatismo de esta anciana se erige de la creencia en el espíritu, la Falange y en la Iglesia Apostólica Romana, algo mucho más siniestro, potente, obscuro y arrollador de lo que nos quieren hacer creer sobre el vudú, la santería o la 21 división.

A pesar de resultar como un despropósito, las palabras del sacerdote, Renzo Fratini, desautorizado por la misma Iglesia y Santa Sede al decir “Están resucitando a Franco” debido a la exhumación, deben de ser contextualizadas: por supuesto que el Dictador debe de ser traslado, por supuesto que lo están resucitando cuando no ha habido justicia ante los asesinados que aún siguen en una cuneta sin identificar y sumamos las obras en Plaza de España (capital del Estado opresor) con espirales o girasoles negros como estandarte ante Madrid Central, hay que recordar que los girasoles siempre miran al sol (Cara al Sol).

En el caso del Estado Español debemos de ser humildes, admitir la presencia de la masonería de manera oficial desde 1868 y la misma se encuentra en todos los sindicatos y agrupaciones obreras, siendo ilegalizada una vez implantada la Dictadura Franquista. Por aquel entonces, la masonería sólo buscaba la igualdad entre los espíritus encarnados, abolir la injusticia, trabajar todos para todos, fueron tiempos duros y decepcionantes, como los actuales. Hay que subrayar que el fascismo de Hitler se encuentra fuertemente enraizado en la canalización, la ceremonia y el ritual –como la Italia de Mussolini, sírvase de los trabajos de Jules Évole-. Se les fue la cabeza por decirlo de alguna manera porque vivieron una subyugación espiritual de masas. Masas. No sabían lo que hacían, estaban absortos, poseídos, subyugados, por el poder supremo que emana de la magia del Ragnarok porque cualquier prácticamente de magia, viendo el resultado, cae en la necedad de ese mismo poder. El Estado Español tiene por denominarlo de alguna manera, un karma harto de enervado por el Imperialismo que masacró los pueblos de Ámerica y por la Inquisición. Somos una encrucijada. Exactamente igual de enrevesada que la India contemporánea y el nacionalismo hindú actual donde a la par que se construyen centrales nucleares se erigen templos consagrados al dios del fuego, Agni. De nosotros dependen muchas cosas y es nuestro deber volver a aceptar que somos espíritus encarnados porque de lo contrario tenemos la Batalla perdida.

Cuando vemos que las palomas son sacrificadas por rituales de amarre, un vegano simplemente piensa en el sufrimiento y aniquilamiento de esta paloma: no ve el espíritu de la paloma y su significado. Por supuesto que esto es una crueldad, pero jamás se va abolir este tipo de sacrificio hasta que no se acepte el espíritu y el sacrificio ritual. Cuando vemos a espíritus encarnados sujeccionados en el peor de los amarres de la industria psiquiátrica, la contención, una persona con un mínimo de sensibilidad piensa en el sufrimiento y denigración del seudoenfermo: no ve el espíritu de la persona y el significado auténtico de la sujeción. Cuando vemos a espíritus secuestrados en centros de exterminio (cárceles, centros de menores), pocos entienden lo que significa esa cuarentena espiritual, pueden comprender la tortura y malos tratos que allí se ejecutan, pero no quieren ver el sacrificio que ello supone y de verlo y en caso de denunciarlo es “muy refor” porque “no debería de existir las cárceles”. Cuando vemos que las casas de apuestas, narcopisos se reproducen cual esporas en nuestros barrios, pocos entienden que se erigen por la ausencia y negación de Di-s. Entender de una vez: sin la creencia en el espíritu no hay salvación, estamos en una cárcel material y la única manera radical de cambiar este infierno es aceptar y honrar a nuestra propia deidad, ese mundo nuevo que cohabita en nuestros corazones.

Cuando Gregorio Magno, quitó la tristeza de los pecados capitales sabía lo que hacía porque es, a través de estos ocho –que no siete- pecados por donde proceden se abren las puertas a la intervención de los espíritus desencarnados menos desarrollados.

En estos tiempos de necesaria y urgente reconciliación del anarquismo con el espiritismo, es necesario visibilizar un error cuanto menos grave que se está produciendo en casi todos los entornos y círculos mágicos como nota preliminar.

Que el culto a los espíritus y el chamanismo son la base principal del sistema de creencias de los oprimidos, ya quedó reflejado en los trabajos del antropólogo e historiador Oscar Lewis. Que el fascismo tiene una peculiar fijación con los médiums, ya quedó constatado durante la Dictadura Brasileña a manos de Vargas, donde desde el catimbó hasta el espiritismo pasando por el candomblé y la umbanda, fueron duramente reprimidos. Que esa fijación proviene de las profundas raíces del Occidente imperialista, el personal, no lo tiene tan claro. Si hay que volverlo a repetir se repite: toda magia ceremonial no es más que un método de combate a la brujería hereditaria.

Nadie hasta día de hoy, se ha preguntado por qué la brujería feminista wiccana -la más anarquista y ecologista- carece de un culto serio hacia los espíritus o lo que es lo mismo, no hay estados de posesión ni trance cuando, todas las religiones populares y sistemas alternativos de creencias brillan por su contundente presencia: en el budismo con las maniyo y los cultos Nat, en el islam con los cultos zar-bori, en el hinduismo popular con los cultos a los espíritus petra etc, cualesquiera practicados por mujeres. Esto es debido a que el famoso culto a la Diosa Madre Cósmica-Prehístorica elaborado en base a la tradición mistérica-esotérica occidental es una conjetura intelectual, una entelequia psíquica, hoy convertida en egregor. No olvidemos que la wicca es una adaptación idealista de la magia ceremonial para románticos decimonónicos empedernidos, sírvase el lector con recurrir a la biografía, ideología y sustrato de los betseller wiccanos. (Gardner, Valiente, Sanders, Starhawk, Farrar & Farrar pero en especial, Murray, Graves y Harrison). Si tanto agrada el paganismo grecorromano antiguo habría que recordar que eran religiones sustentadas en base al trance y el consumo de sustancias. Elaborar nuevos sistemas de creencias desde el materialismo reductivo y la metafísica dualista sale caro deriva, en la parálisis del análisis.

Si bien está más que reconocida la influencia teosófica en el ocultismo nazi, nadie hasta día de hoy, ha visibilizado de forma concreta el mapa conceptual misógino –entre otros- de Dion

Fortune, o la fuerte influencia de Annie Besant sobre el nacionalismo hindú contemporáneo. Nadie, hasta día de hoy, ha enfatizado en el cambio simbólico y por ende, interpretativo de la astrología y el tarot a posterior de la I Guerra Mundial. Respecto a este segundo arte, es digno señalar que las primeras traducciones del egipcio antiguo no se produjeron hasta mucho después de las invasiones Napoleónicas (primeros S.XIX), que las únicas versiones tanto de su magia y religión venían bajo el sesgo interpretativo de los textos griegos y romanos antiguos y que, ya existían barajas de tarot al menos, en el siglo XIV es decir: eso que el tarot viene de Egipto forma parte de la alucinación personal de Eliphas Levi, hoy creencia arraigada. El tarot es una construcción pictórica sintética de la historia Medieval, punto.

Nadie, hasta día de hoy ha subrayado que no es lo mismo la lingüística mágica de Crowley construida a prueba de bombas que la lingüística-pictórica de Austin Osman Square. Que el genérico de Magia(k) del Caos puede ser un salvavidas ante el declive de la cultura occidental pero también un virus en países donde aún el paganismo no se encuentra por ventura eclipasado. Nadie, en su sano juicio, quiere creencias elaboradas en base a una conjetura intelectual: por mucho que lo quieran imponer, hay más poder en los árboles, rocas y ríos que en una torreta de wifi o un mísero videojuego. Papá Legba y Baron Samedi se ríen de los chicos malos: no tienen ni idea de lo que es realmente la Muerte. Alguien debe de entender que de la desdicha intelectual occidental, viene el alcoholismo cíclico-mitológico de Obatalá. Que la creencia venga de frente, con los pies en la tierra, no mirando al cielo.

Cabría la posibilidad de preguntarse esa extraña manía de elaborar una producción audiovisual erigida en base al morbo y el oscurantismo de ciertos programas de televisión y homólogos youtuber, aparte de editoriales vendidas acerca del espiritismo. Si hay que medir fenómenos paranormales, se miden en un antiguo psiquiátrico o en el lugar de un crimen, nunca en una cárcel, en un CIE, en un centro de menores o en un matadero donde se producen también atrocidades.

La especial fijación por los centros de exterminio de salud mental por no decir, integridad espiritual, responde más a la industria macabra del sacrificio retroalimentado. Atemorizar a la sociedad con el concepto de “locura” no es un simple asunto de Hallowen o de programas de seudoperiodismo de investigación, es algo que se produce de manera sistemática y cotidiana; tiene un motivo más que obvio: no hay peor miedo que el miedo a volverse loco. Y si el miedo instigado está elaborado bajo una narrativa ficticia, la ficción, se materializa cual profecía autocumplida ya que una persona sugestionada, en estado de excitación o perturbación es la fuente ideal para nutrir a determinadas entidades. Todo practicante de magia da fe de esto, de hecho, hasta rezar en estados alterados es perjudicial para el que reza; la higiene psíquica debe de ser máxima.

De realizar esas seudoinvestigaciones en los otros lugares de reclusión indicados, admitirían la dinámica ritual de los malos tratos, inhumanos y degradantes habituales de los estados es decir, sería visible la vida después de la muerte y el mensaje que otorgarían los desencarnados sería cuanto menos desolador, cuestionaría el mismo Sistema, evidenciaría el sacrificio ritual. Basta con pensar un instante las psicofonías que se producirían en su interior; por ello prefieren jugar a los cazafantasmas en lugares de doble filo, estigmatizando la locura ya que, el loco, para la narrativa del sistema, “es un desviado, un desubicado, alguien excéntrico, deplorable, que puede hacer daño”. Si retransmiten las psicofonías, la voz de uno de ellos, será bajo el margen de su sufrimiento desencarnado o será cuestionada, como sucede en materia; no le darán credibilidad a lo que diga, solo habrá expectación sobre el fenómeno.

Sabemos, por los análisis antropológicos, que los sacrificios humanos rituales sirvieron para reforzar el orden social y la jerarquía; bajo el pretexto de aplacar la ira o conseguir favores de determinadas deidades/entidades, el chivo expiatorio era el castigo ejemplificante –o mártir a quien admirar- símbolo máximo para bien sea desmoralizar o adoctrinar a las clases más bajas manteniendo así, la construcción y control social. Podemos entender entonces, que todo centro de reclusión, a consecuencia de la energía física/psíquica emanada por el sufrimiento de los secuestrados, alimenta a entidades y egrégores concretos quienes, trabajan conjunto con el mantenimiento del status quo de los Estados.

Podemos seguir haciendo referencias acerca de la persecución de cualquier vertiente espiritista a lo largo de la Historia, como pudo ser en las luchas obreras en la Pampa salitrera (Chile) a principios del XX durante la crisis.